Descubre qué es el desarrollo sustentable, cómo se originó, qué implica y cuál es el primer paso que debes dar para lograrlo.
3 cosas importantes para entender el desarrollo sustentable
Empecemos con una pregunta. Cuando comparamos nuestra ciudad o pueblo con otro, ¿cómo nos damos cuenta de cúal está más desarrollado? Muy seguramente encontraremos respuestas distintas, sin embargo, es probable que la mayoría se vinculen con el crecimiento económico.
Tu y yo aprendimos que nuestro objetivo es satisfacer nuestras necesidades y disminuir nuestras carencias. Tengo en mente muchas ocasiones en las que mi abuelito Esteban, quien ha dedicado toda su vida al campo, nos incentivaba a ser buenos estudiantes, a desarrollar habilidades de liderazgo y a obtener buenos trabajos que nos permitieran mejorar las condiciones familiares.
Desde luego que guardo todas sus enseñanzas con mucho cariño, sin ellas no sería la persona que te escribe. El problema que encuentro es que tú, yo y casi 8 mil millones de personas hemos escuchado este mismo discurso. Lo interesante es la definición que cada quien le da a “necesidad”.
Basta con visitar nuestra red social favorita para darnos una idea del gran espectro de estilos de vida. ¿Crees que todas las personas en el planeta podríamos tener dos casas, comer carne a diario o tomar mínimo 6 vuelos al año? Aquí es cuando nos topamos con otra realidad: nuestros recursos son limitados.
[¿Cuántos planetas necesitaríamos si todas las personas vivieran como tú?]
En resumen, tomemos en cuenta estas tres afirmaciones antes de ahondar en el desarrollo sustentable:
- Nuestro sistema actual se basa en el crecimiento económico (capitalismo).
- Nuestros recursos naturales son limitados.
- Las demandas humanas por el aumento poblacional y los estilos de vida exceden la capacidad del ambiente para recuperarse.
El origen del desarrollo sustentable
En la época posterior a la Segunda Guerra Mundial, muchos de los países se enfocaron en acumular riquezas para restablecer sus economías y dejaron de lado otras formas de capital como el cultural o natural. Años más tarde se comenzó a cuestionar el modelo de crecimiento ya que no era igualitario y dejaba sectores pobres o subdesarrollados. Fue ahí donde el tema ambiental tomó relevancia en las discusiones.
En 1987 la Comisión Mundial del Medio Ambiente y el Desarrollo presentó el informe Nuestro futuro común, con él se acuñó y difundió la definición más conocida del desarrollo sustentable:
Es el que satisface las necesidades del presente sin dañar la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades.
Esta postura pone en el centro la satisfacción de las necesidades humanas básicas, la persistencia de todos los pueblos y del entorno, todo al mismo tiempo. Para ello se basa en tres dimensiones: social, ambiental y económica.

Las tres dimensiones del desarrollo sustentable
Dimensión social
Los problemas ambientales se vinculan con los sociales por cómo se originó el modelo capitalista. Como mencioné anteriormente, una de las críticas fue la disparidad entre sociedades desarrolladas y subdesarrolladas. Es por ello que un enfoque socialmente sustentable implica garantizar el acceso y aprovechamiento de los recursos naturales, reducir las desigualdades y promover la justicia. Cuando la preservación de la biodiversidad se hace presente se habla de un desarrollo soportable.
Dimensión ambiental
La dimensión ambiental promueve la protección de los recursos naturales y considera la necesidad de expansión para satisfacer las necesidades del crecimiento poblacional. A nivel de toma de decisiones, permite examinar las consecuencias ambientales de las actividades humanas. Cuando se contempla lo anterior y se conjunta con la economía se habla del desarrollo viable de un proyecto.
Dimensión económica
Esta es la dimensión que más ha sido cuestionada ya que el modelo económico actual se basa únicamente en el crecimiento del capital, la plusvalía. Un enfoque económico desde la sustentabilidad debe respetar y adecuarse a los ciclos ambientales para así perdurar en el tiempo. Por otro lado, tomando en cuenta el desarrollo equitativo, se busca la reducción de desigualdades sociales.
¿Qué implica el desarrollo sustentable?
Cerrando el ciclo y llegando al centro del diagrama nos encontramos con el desarrollo sustentable. Este modelo tiene como objetivo proteger la biodiversidad, transformar las formas de producción y consumo y contemplar nuevas formas de evaluar el bienestar y desarrollo.
En definitiva se presentan muchos retos ya que no hay soluciones que surjan desde el lado científico, el legislativo o por incentivos económicos únicamente. Tampoco basta con que la comunidad, las tomadoras de decisiones o las personas empresarias tomen acción individualmente. Se requiere la activación de todos los grupos sociales.
¿Cómo logramos un desarrollo sustentable?
Mi primer paso:
Para alcanzar todos los objetivos que hemos planteado la educación es el pilar más importante. Una educación que forme ciudadanos y ciudadanas informadas y comprometidas activamente con el cambio. Una educación que desde el raciocinio resuelva problemáticas de forma integral; que desde la inteligencia emocional y la autodeterminación, incentive la toma de decisiones y la acción y que desde la espiritualidad, incremente la voluntad para la organización y participación en la acción social.
Cierro con una invitación para que optes por la educación hacia un modelo distinto.
Uno basado en el respeto a uno mismo… en el respeto al otro… a la otra… y a toda la comunidad terrestre. Me despido con la pregunta, ¿damos ese primer paso?
Si te quedaste con ganas de más información, te invito a revisar nuestro video La Carta de la Tierra: Transforma la conciencia en acción o el documento completo de la Carta de la Tierra, una serie de propuestas para la implementación de la sustentabilidad en todos los niveles sociales.
También puedes leer las Lecciones sobre el Desarrollo Sustentable de Luis Chesney Lawrence o Desarrollo Sustentable: Estrategia en las empresas para un futuro mejor de Gabriela Guadalupe Escobedo Guerrero y María Antonieta Andrade Vallejo, adquiérelo aquí.
Escrito por Rodrigo Vázquez Venegas.